Finalmente Rusia ha optado por el camino menos esperado y mucho menos deseado.
Europa, Estados Unidos y prácticamente el mundo en general ha respondido al ataque Ruso sobre la población civil de Ucrania con una batería de sanciones que a lo largo de los últimos 7 días han ido de menos a más. Suponen ya, las mayores sanciones de la historia realizadas por Europa sobre un país no miembro y ha sido la forma en la que Europa en primer medida a querido responder sin entrar al combate directo. Se trata de desconectar el poder político del poder económico. Este ha sido el contra ataque por el que se ha apostado.
Está claro que toda guerra tiene consecuencias negativas para todos, nadie gana, pero la sociedad civil es la que más castigo tiene tanto por la perdida de vidas, hogares, trabajos, emigración, miedo y en definitiva una ruptura abrupta de su forma de vida dentro de una democracia liberal. Vaya desde aquí mi mensaje de ánimo a los que están sufriendo esta barbarie. Desde occidente debemos prestar apoyo presente y futuro a todos ellos. Y sí, el envío de armas para que se puedan defender, también es apoyo. El ataque ha llegado en forma de sanciones, pero la defensa en el terreno tiene que realizarse con armas. Esperemos dure poco la defensa y cause el menor número de victimas posibles.
Está por ver ahora cual es la respuesta Rusa, pero de entrada, no se amilanan, y en el lado bélico han puesto en marcha su arsenal nuclear y continúan asediando a más ciudades ucranianas. En el lado económico toca defenderse y así el Banco Central de Rusia subió sus tipos de referencia al 20%, ha prohibido las ventas de acciones cotizadas en la bolsa de Moscú en poder de manos extranjeras, desde ayer ha cerrado la bolsa de Moscú hasta el 6 de marzo y obliga a las empresas rusas a convertir a rublos todos los ingresos que reciban en otra divisa.
Nos encontramos ante un nuevo escenario que nos invita a tomar medidas preventivas que ya hemos ejecutado desde finales de la semana pasada. Cuando decíamos a principios de año, que en este ejercicio deberíamos ser más selectivos y activos en nuestra estrategia, esta guerra nos ha obligado a poner manos a la obra. Desde el pasado jueves las bolsas reaccionaban al estallido de la guerra de forma dispar. Así los valores tecnológicos, más castigados desde el inicio de año, se han dado la vuelta con rentabilidades superiores al 3% como es el caso del selectivo Nasdaq, o ciertas megatendencias como la ciberseguridad con empresas destacadas del sector con subidas superiores al 10% como por ejemplo Crowdstrike y Fortinet. Otros sectores con un comportamiento positivo en el año se han dado la vuelta como es el ejemplo del sector bancario.
En el plano económico hoy tenemos comparecencia de Powel, que nos mostrará la posición de la FED ante el conflicto bélico. Muchos analistas confían en que se retrase la reducción de estímulos. Además, reunión de la OPEP en la que se espera un aumento en la producción de barriles para aligerar el precio del crudo y así su repercusión sobre la inflación.
En cuanto a la macro, lo que más preocupa es una vez más la inflación. Empiezan a sonar las alarmas sobre una posible estanflación. Es inevitable un nuevo aumento de la inflación derivada de los precios de la energía, que derivará en un aumento de los precios finales con repercusiones directas en los salarios. Esta semana conocíamos el dato de IPC en España que se ha puesto en un 7,4%, lo que ya supone el nivel más alto de los últimos 30 años.