Ayer mismo, Jerome Powell, en su comparecencia en el Senado, vino a decir lo que el mercado desconfiaba. La inflación ya no será temporal, como habían dicho en repetidas ocasiones. Esto hará que se reformule su hoja de ruta marcada en la retirada de estímulos de forma progresiva hasta el verano. Habrá que acelerar esta retirada de estímulos y con ella quizás también se adelante la subida de tipos de interés. Los mercados reaccionaron con ventas, elevando más aún una volatilidad, que venía de unos días de tensión derivada de la aparición de la nueva cepa africana y las duras restricciones en todo el mundo como medida de precaución.
Los datos de inflación publicados esta semana tanto en Europa como en España, históricamente altos y por encima de los esperado, junto con la intervención de Powell han hecho que índices como el IBEX hayan retrocedido nuevamente dejando al selectivo español con una exigua rentabilidad, de algo menos del 3% en el año.
En cuanto a la nueva variante ómicron, descubierta en Sudáfrica, se está detectando cada vez más en un mayor número de países, las autoridades sanitarias recomiendan cautela y que se está trabajando con los laboratorios para adaptar las vacunas a ella. Aunque laboratorios como Moderna afirmaron que les llevará meses, los máximos mandatarios en materia de salud se apresuran a decir que la nueva cepa traerá síntomas más leves. Por tanto, lo que preocupa es una nueva paralización de la sociedad y economías mundiales y no tanto la presión hospitalaria. En Europa apuntan a nuevas restricciones, sobre todo en países con tasas de vacunación bajas, como Alemania, mientras que en EEUU descartan nuevos confinamientos.
Restricciones mundiales pues, que se suman a los problemas de los últimos meses, en cuando a los problemas en las cadenas de suministro, escalada de precios de la energía y la desaceleración de la economía China. Más factores negativos que pondrán a prueba las rentabilidades positivas que de forma histórica viene marcando el ya conocido «rally de fin de año».
Mañana habrá reunión de la OPEP para determinar los niveles de producción del 2022. Está por ver si aumenta la producción y como queda la disputa abierta con Estados Unidos después de que Biden anunciara la liberación de 50 millones de barriles de las reservas de petróleo americanas, metiendo presión así a la OPEP.