Poco a poco el BCE va incorporando un tono más hawkish en el proceso de normalización de su política monetaria. Se ha puesto de manifiesto la semana pasada con declaraciones de varios de sus mandatarios entre ellos, De Guindos. Los dos grandes bancos centrales, han mostrado, divergencias en las medidas a implementar en cuanto a subidas de tipos y retirada de estímulos. Ahora se reducen las diferencias aunque la brecha sigue abierta. Ya no se descartan 2 subidas de tipos este año en Europa, incluso se anticipan subidas en julio. Además de que el conflicto de Ucrania afecta más a Europa, por su dependencia energética y comercial, la inflación subyacente se encuentra más alta en Estados Unidos. Eso le permite actuar a mayor velocidad y con mayor contundencia.
Subida rapida de tipos en la semana del 2 de mayo en la que Powel confirma una subida de como mínimo el 0,5% en la reunión del 4 de mayo y que podría llegar al 0,75% ante una inflación superior al 8,5% y con un mercado laboral próximo al pleno empleo. Esto lastró las bolsas al final de la semana pasada.
La mirada está puesta en la batería de resultados empresariales que tenemos para esta semana tanto en EEUU como en Europa. Los publicados hasta ahora no son tan malos como se esperaba, sobre todo de lado americano. La gran excepción la ha provocado Netflix, bajando más de un 30% en un solo día después de anunciar una caída en las suscripciones. Además el jueves se conocerán datos del PIB americano.
Finalmente no ha habido sorpresas en Francia y Macrón gobernará 5 años más. Aún con esto a los mercados les preocupa la subida de Le Pen que ante las elecciones al parlamento de junio le pueden hacer ganar peso y poner trabas a las medidas de Macrón y dificultar no solo el desarrollo de Francia sino el de Europa. Momento pues, delicado para Europa que necesita de líderes unionistas para afrontar un periodo de dificultades. Todavía no está calibrado el desgaste o los efectos negativos que la guerra tendrán sobre la región y ya se sabe que a mayor incertidumbre más difícil se hace predecir.
Una Europa que también publicará datos relativos a su PIB y datos preliminares de la inflación en abril, el próximo viernes.
En China, preocupan los datos de producción industrial y ventas minoristas, que reflejan la poca efectividad de las medidas del gobierno, en un momento en el que hemos vuelto a ver confinamientos derivados por la COVID.
En España, existe cada vez más incertidumbre sobre la aplicación de los fondos NGEU y cada vez hay más revisiones a la baja sobre las estimaciones de crecimiento. Se necesitan más consensos para llevar a cabo políticas de oferta que canalicen la demanda todavía contenida por los cuellos de botella y la que vendrá a partir de la última fase del año y principios del que viene una vez superada la incertidumbre por la crisis de Ucrania. Cada vez se hace más inevitable un pacto de rentas que nos eviten perder competitividad frente a otros países, eso sí, con el consenso de todos los interlocutores.