Y en ello estamos. A la espera de que suceda algo, o más bien que Rusia decida que hacer, si invadir o acudir a la vía diplomática. En los últimos días ha ido pasando de una opción a otra sin ningún pudor. Así el jueves pasado parecía que el desenlace militar era inminente y a las pocas horas sorprendía a todos apostando por una reunión Biden-Putin esta misma semana. Estos bandazos hacen que las bolsas y el petróleo se muevan de forma brusca, situando la volatilidad a niveles cercanos a marzo del 2020.
Pudiera parecer que Rusia se favorece de cierta información privilegiada al hacer mover el mercado al son de sus actuaciones, pero en realidad el mercado lo que descuenta es como serán las relaciones comerciales mundiales del futuro. Sin Rusia por la vía de las sanciones o con Rusia por la vía de las negociaciones. Ambas hipótesis tienen riesgos económicos para el mundo en general pero a EEUU solo le vale una y esta es la vía de las sanciones. De lo contrario el binomio EEUU-China pasará a trinomio EEUU-China-Rusia, poniendo en riesgo el modelo actual de dominio americano entre otras cuestiones. Por eso da la sensación de que Estados Unidos apuesta por que Rusia ataque, no por el ataque en sí, sino por la permisibilidad del mundo en general a la hora de imponer sanciones. De hecho ya han mencionado algunos ejemplos de sanciones inminentes como el de prohibir a los bancos americanos ejecutar transacciones financieras con los bancos rusos.
El tiempo juega un papel importante, ya que a medida que pasa, resta posibilidades a una invasión Rusa con motivo del deshielo en la zona de despliegue de las tropas.
El otro gran foco de los mercados sigue siendo las apuestas por cuanto subirá EEUU los tipos de interés en su reunión de marzo. Hay quien apuesta por una subida del 0,5% y hasta 7 en el año y quien dice que subirán un 0,25% y 9 subidas más en el 2022. Mientras no llega esa cita, los inversores buscan pistas en cualquier comentario o publicación de la FED. Esta semana, por ejemplo, se publican datos del índice de precios del gasto en consumo personal.
Mientras, los fundamentos de las bolsas siguen siendo buenos, con unos resultados empresariales en positivo y con previsiones de ir al alza y datos macro aceptables sobre todo en Estados Unidos en donde se está cerca de rozar el pleno empleo. Los costes irán a la baja por la reducción en los cuellos de botella y rebaja de los precios de la energía. Estos datos positivos seguirán eclipsados mientras no se resuelva el conflicto Rusia-Ucrania y los mercados digieran la retirada de estímulos y subida de tipos.
En Europa, esta semana se conocerán datos de su inflación subyacente y datos de confianza empresarial y del consumidor. Datos también de PIB en Alemania y EEUU, PMI de la zona euro, EEUU, Japón y Gran Bretaña y se verá que hace China con los tipos de referencia de los préstamos tras la bajada del mes anterior para reactivar una economía con indicadores económicos en retroceso.