A pesar de haber consenso en las estimaciones de subidas de tipos en la reunión de la FED de esta semana, en 50 puntos básicos, no deja de traer volatilidad a los mercados los días previos a la reunión de la FED. Mensajes indirectos en las declaraciones públicas suscitan nerviosismo. En esta ocasión, la reducción de balance y las declaraciones en cuanto a su volumen estarán en el foco. El mercado está pendiente de ver si la FED acierta en las subidas de tipos y no se quedan cortos en su cálculo. Esto retrasaría el efecto sobre la inflación. El pasarse en las subidas tampoco es bueno ya que puede provocar recesión.
Mientras en Estados Unidos el dato de empleo sigue siendo bueno y los resultados empresariales en general han sido positivos. De forma más negativa, siguen preocupando la publicación de resultados de grandes compañías. En esta ocasión ha sido Amazón quien llama la atención, entrando en perdidas por primera vez en siete años.
Turno para Europa, en la que sus empresas comienzan esta semana a publicar resultados del 1T 2022 y previsiones para el segundo. Aquí se esperan más tensionamientos y beneficios a la baja.
En Europa la inflación continúa al alza y los datos de abril reflejan un 7,5% de aumento. En este caso es la subyacente la que más sube. La energía sigue siendo la gran culpable aunque por primera vez cede terreno en favor de otros sectores como el de servicios que se ven obligados a repercutir a sus precios los costes de las materias primas. El PIB también en terreno positivo aleja los temores de estanflación. En el horizonte, los confinamientos en China, que provocan problemas en los transportes mundiales y la crisis de Ucrania hacen peligrar los datos positivos del PIB.
El jueves turno para el BoE en el que también se anticipan nuevas subidas de tipos en el entorno de 25 puntos básicos.
En China siguen preocupando los malos datos macro, y con unos confinamientos que encaran su 4 semana consecutiva. El consumo se ha frenado en seco y plantas de fabricación mundiales como Tesla están paradas. Se han comenzado a tomar medidas locales como la entrega de cheques a ciudadanos para consumo en ciudades con restricciones pero se prevén más medias tales como la eliminación de restricciones impuestas en los dos últimos años al comercio internacional, como por ejemplo las vistas en el sector tecnológico.
Aquí en España, el Gobierno, por fin hablado sobre la previsión del PIB para este año, y por supuesto a la baja. Del cálculo del +7% con el que se habían preparado los presupuestos para este año, ahora estiman que se quede en un 4,3%. Casi un 40% menos. Se ponen como excusa, factores externos como la guerra de Ucrania, pero en realidad venimos desde la pandemia arrastrando factores estructurales que frenan el crecimiento empresarial y nos distancian de otros países Europeos también afectados por la Guerra de Putin.