Mientras el mercado espera la reunión de la FED de esta semana, con la esperanza de un mensaje algo más dovish, el desenlace previsto para finales de enero, sobre la crisis Ucrania-Rusia y la invasión Rusa ya está aquí. Los mercados esperan una salida diplomática a la crisis, pero a día de hoy la tensión sigue en aumento. Esto hace, de nuevo, encarecer las materias primeas, especialmente el gas. Por si fuera poco China vuelve a la carga con Taiwán enviando más de 30 aviones a zona aérea taiwanesa. Además la desaceleración del crecimiento económico empieza a estar presente en capitulo de preocupaciones. Con todo, riesgos que continúan al alza que traen nervios a los mercados e incremento de volatilidad que se refleja en las valoraciones de los últimos días.
Así, las bolsas americanas son las más perjudicadas con caídas acumuladas en las tres semanas del año. La peor parte se la lleva el sector tecnológico. Las caídas son más moderadas Europa y España.
El pasado viernes se reunieron los ministros de asuntos exteriores de Rusia y Estados Unidos para tratar de relajar la tensión sobre Ucrania, aunque sin muchos avances. Si, el compromiso de no llegar a la confrontación bélica y de mantener el dialogo abierto. Por lo demás posturas firmes en sus posiciones y emplazamiento para seguir «pactando» durante esta semana. Aún así no podemos olvidar que esto no es una cosa de dos. La OTAN y la UE tienen mucho que decir y deben tomar partido más allá de simples amenazas con duras sanciones económicas.
No se descarta ningún escenario. El deseable es una salida diplomática del conflicto. hay otro dos, malo y muy malo, que difieren en que una invasión de Rusia desemboque en un aislamiento de las 3 republicas Bálticas. En caso de producirse dicho aislamiento obligaría a intervenir a la OTAN ya que se consideraría como un acto de guerra. Es posible que la FED espere a ver como se desarrolla esta situación para endurecer o no su retirada de estímulos.
En cuanto a la recuperación económica nuevo jarro de agua fría del FMI, que revisará a la baja las previsiones de crecimiento económico mundial para este año. Culpó de ello a las variantes covid, la inflación y el excesivo endeudamiento de los estados.
En Europa, estos días se resuelven las votaciones en Italia para elegir al próximo presidente de la República. Se decidirá quien será el sucesor de Sergio Mattarella, si es que hay sucesor. Y es que Mario Draghi no puede estar en todo. No se puede ser presidente y primer ministro a la vez y se le prefiere en la gestión de los fondos europeos y llevando a cabo las reformas que necesita el país en materia fiscal y civil. El ascenso de Draghi conllevaría el riesgo de que su gobierno de unidad nacional pueda derrumbarse. Por ello es probable que Matarella continúe hasta 2023.